Una vez un amigo me dijo que siempre terminamos dándonos hostias en el amor. No lo creo así, o quizás no lo quiera creer así, porque estoy segura que hay personas que se han enamorado para toda la vida, ¿queréis un ejemplo claro? Mis abuelos. Ellos al igual que otras muchas más parejas llevan más de 50 años juntos y creo que no se han dado ninguna hostia…y eso me da que pensar… ¿Ha cambiado tanto el amor en apenas 50 años? Creo personalmente que sí.
El amor, o lo que entendemos por él, se ha ido transformando en una mala copia de lo que fue anteriormente y ya nos lo venia avisando Jerry Rivera “Es cosa ya de tontos, pues que ha pasado de moda aquel que da serenatas o aquel que regala rosas”. Pero ¿Qué podemos hacer nosotros al respecto si ya no quedan personas así? Vale está bien algunas que otras quedan… ¿otro ejemplo? Claro que lo tengo. Mis queridos primos, a cada día que pasa se quieren más y más y no hay manera mejor para consolidar ese amor que un precioso niño. Parejas como ellos son los que me hace replantearme el amor.
Si en una época de cambios, crisis, conflictos y desamores pueden sobrevivir algunas parejas como ellos…quizás quede una esperanza para las personas enamoradizas y soñadoras, como yo, aunque aun así sigo diciendo que “Deberíamos reinventar los cuentos de hadas”