22 ago 2012

Una pedagoga fotográfica y repostera


Hace bastante que no he escrito nada, por varios motivos pero quizás el más importante es que no tengo tiempo ni para respirar hondo más de tres veces seguidas.

Resulta que hoy me he decidido a escribir, porque tras varias charlas con mi madre de mi blog hemos llegado a la conclusión que sólo escribo, salvo en ocasiones contadas, cuando estoy “deprimida” o las cosas no salen como a mí me gustaría, aunque según mi novio es porque todavía no me he llevado, demasiados, golpes fuertes en la vida.

Pues bien, hoy he querido escribir, porque todo sale perfecto, vale que quizás haga calor y no hay ganas de nada, pero salvo eso…no sé hoy el día tiene un brillo distinto y todo lo miro, como me dijo una revista, con una lupa haciendo cada cosa más grande e importante de lo que es, como cuando éramos unos niños.

También he llegado a la conclusión de que quiero hacer un curso de repostería, sí lo tengo decidido. No sé si quiero escapar un poco de la educación, después de 4 años, pero la verdad que el ámbito de la fotografía y la repostería me llaman más la atención de lo que lo han hecho nunca. (Mamá si lees esto…tranquila que no voy a dejar la carrera jaja)

Siento en mi (Al igual que también siento que las cosas estén así y no tener dinero para esos caprichos) que estaría realizada haciendo una bonita tarta, además de buena, y saber que cuando venga alguna fecha señalada podría hacer los postres caseros más divertidos y a la vez retratar ese instante con “mis dotes fotográficas”.

Quizás muchos piensan que lo que tengo en mente es una utopía, pero yo simplemente pienso que veo un futuro lejano. Por lo tanto, no me pregunten que quiero para cumpleaños y reyes, ya saben, materiales de reposterías y complementos para fotografías.

Se despide una Trónica poco dramática...