8 jul 2010

Cuento para pensar de Jorge Bucay

Habia una vez un niño que cuando se hizo mayor su padre le dijo:

-hijo mio, no todos nacemos con alas. Si bien es cierto qu no tienes obligacion de volar, creo que seria una pena que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado
-pero yo no se volar-contesto el hijo
-es verdad...-dijo el padre y caminando lo llevo hasta el borde del abismo de la montaña- ¿ves hijo? este es el vacio, cuando quieras volar vas a venir aqui vas a tomar aire vas a saltar al abismo y extendiendo tus alas volaras
el hijo dudo.
-¿y si me caigo?
-aunque te caigas no moriras. solo te haras algunos rasguños que te haran mas fuerte para el siguiente intento- contesto el padre


El hijo volvio al pueblo a ver a sus amigos a sus compañeros aquellos con los que habia caminado toda su vida. Los mas estrechos de mente dijeron: "¿estas loco?¿para qué? tu padre esta medio loco...¿para que necesitas volar?¿por que no te dejas de tonterias?¿quien necesita volar?"
los mejores amigos le aconsejaron: "¿y si fuera cierto?¿no sera peligroso?¿por que no empiezas despacio?"

El joven escucho el consejo de quienes le querian subio a la copa de un arbol y llenandose de coraje salto. Desplego las alas las agito en el aire con todas sus fuerzas pero desgraciadamente se precipito a tierra. Con un gran chichon en la frente se cruzo con su padre.

-¡¡me mentistes!! no puedo volar. Lo ha probado y ¡mira el golpe que me he dado! no soy como tu mis alas solo son de adorno
-hijo mio-dijo el padre- para volar hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen es como tirarse en paracaidas: necesitas cierta altura antes de saltar


PARA VOLAR hay que empezar ASUMIENDO RIESGOS. SI NO QUIERES lo mejor quizas sea RESIGNARTE y seguir CAMINANDO para SIEMPRE